Los imanes permanentes son los más comunes y los que utilizamos en el día a día, como los de la heladera. Se llaman permanentes porque una vez que han sido magnetizados siguen permanentemente con carga magnética, aunque sea menor. Suelen hacerse de material ferromagnético, un conjunto de átomos que tienen un campo magnético determinado en el que se refuerzan mutuamente.

Estos pueden clasificarse a su vez en cuatro tipos:

  • Neodimio-hierro-boro
  • Samario-cobalto
  • Alnico
  • De cerámica o ferrita

Los dos primeros son muy fuertes y difíciles de desmagnetizar, provienen de la serie Lathanoid de la tabla periódica. Se desarrollaron sobre todo entre 1970 y 1980. Los de alnico se popularizaron por la década de los ’40, y a pesar de ser muy potentes, se desimantan con facilidad. Los últimos son los más populares desde 1960, ya que son bastante fuertes y difíciles de desmagnetizar, aunque su poder varía con la temperatura.

También se pueden clasificar en imanes moldeados por inyección con varios tipos de polvo de resina y magnéticos, con menor poder magnético y con propiedades físicas similares al plástico- y flexibles, es decir utilizan una resina flexible como el vinilo, se producen en bandas planas y son inferiores en fuerza magnética.

Los imanes permanentes pueden hacerse de cualquier forma, aunque también es importante cómo están magnetizados. Ante el calor o el contacto con otro imán, los imanes permanentes pueden desimantarse.

Otro tipo de imanes son los imanes temporales, ya que actúan como tales dentro de un campo magnético fuerte. Un claro ejemplo son los clips o los clavos. También encontramos los electroimanes, un tipo de imanes muy fuertes que se forman colocando un núcleo de metal en el interior de una bobina de alambre que tiene corriente eléctrica. La polaridad de estos imanes depende del flujo de corriente, y son especialmente útiles cuando un imán debe estar encendido y apagado.

Por último, los súper imanes están hechos de bobinas de alambre de aleaciones metálicas especiales, que son superconductoras cuando se enfrían a temperaturas muy bajas.

Los imanes pueden ser utilizados en el sector industrial, como barrenderos magnéticos, clasificadores y como separadores de metales impuros.

En la electrónica, los imanes se usan en parlantes, radios, televisores, teléfonos y computadoras, generalmente porque tienen mucha fuerza.

Por su parte, los imanes permanentes son utilizados en la joyería.

Hasta aquí llegamos con los tipos de imanes, un invento que nos facilita un montón de cosas en nuestra vida diaria, aunque en ocasiones no nos demos cuenta de ello.

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